FICHA
TÉCNICA

  • Nombre: La Agonía.
  • Autor y cronología: Juan Ruiz de Zumeta, 1604.
  • Ubicación de la obra: Museo de Semana Santa.
  • Técnica y materiales: Talla en madera policromada y dorada, policromías al óleo, carnaciones a pulimento.
  • Medidas: 4 figuras. Cristo: 180 cm, Virgen y San Juan: 150 cm,
  • Magdalena: 110 cm.
  • Peso: 850 kilos
  • Cargadores: 27
  • Peso total por cargador: 31,48 kilos

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HISTORIA

Después del encargo del antiguo grupo de La Crucifixión no se volvió a pensar en la incorporación de nuevas imágenes. Fue a raíz de la superación del período crítico que siguió a la desamortización de bienes cuando se propuso el incremento y reforma del patrimonio imaginero. Así en la junta de 30 de septiembre de 1864 se trató de ver la manera de sacar a la cofradía de la postración en que se halla ante la negativa casi general de los hermanos a pagar la pensión anual, de manera que ya no se celebran las misas de or­denanza, ya que no puede hacerlo al haber sido despojada de sus rentas. Para ello se proponía realizar una rifa que proporcionase algunos recursos que permitiesen celebrar las funciones de ordenanza y realizar otras mejoras de gran necesidad en los enseres de la Cofradía deteriorados por la acción del tiempo. A fines de enero de 1865 se disponía ya de las alhajas que se iban a rifar con el fin, se dice, de recomponer los pasos que se hallen deteriorados, renovar las imágenes que sea preciso y demás enseres necesarios. Y aun­que las actas de estas sesiones no desvelan qué proyectos se tenía al respecto se propuso incorporal el calvario del llamado altar del Cristo de la Agonía de la parroquia de San Juan, entre otras razones porque no suponía un gran desembolso, ya que únicamente necesitaba res­tauración. El 10 de noviembre de 1865 se firmó el acuerdo con el pá­rroco que cedía el uso de las citadas efigies, no tan sólo para sa­carlas en andas en la procesión de la mañana del viernes santo, sino también en cualquiera otra […] cede asimismo el uso del in­dicado altar para en los casos en que la Cofradía disponga la ce­lebración en el del santo sacrificio de la misa, pero sin que se entienda que esta cesión ha de perjudicar en lo más mínimo las atribuciones propias y peculiares del párroco por ser de la ex­clusiva propiedad de la iglesia las referidas imágenes y altar, cu­yo derecho se reserva para en todo tiempo. En el mismo acta la cofradía aceptaba y agradecía la cesión, comprometiéndose al cuida­do del altar e imágenes. El acuerdo precisaba de la aprobación del obispo; aprobación que su Ilustrísima estampaba en el acta de la visi­ta de 10 de marzo de 1866. No conocemos más detalles, salvo que es­te mismo ario salió en la procesión.

En realidad las imágenes del hoy paso de La Agonía, como acerta­damente ha señalado José Navarro Talegón, no se concibieron para procesionar, sino para decorar la caja de un retablo, cuya hechura concertaron el 28 de febrero de 1604 María de Zamora y el entallador Juan Ruiz de Zumeta, para la capilla que ésta fundaba en la iglesia de San Juan de Puertanueva. Según las condiciones del contrato la esce­na principal tendría un Cristo que está hecho en el altar; a los pies del Cristo San Juan y María, que tengo hechas de peral, y una Magdalena al pie de la cruz, abrazada con la cruz. Las condiciones detallaban otros aspectos constructivos de la obra que obviamos, y que el escultor ilustró con un Doceto. El artista se comprometía a en­tregar la obra para fin de abril de aquel mismo ario. El 17 de noviem­bre de 1605 María de Zamora concertaba su pintura con el artista za­morano Juan Álvarez de Escobar, estipulando que: las figuras todas han de ser muy bien estofadas de muy buenas colores y follajes, y en el vestido de la Magdalena se han de poner algunas figuri­llas bajitas vivas, y el San Juan y María han de llevar sus fajas por guarniciones de las ropas que diferencie el estofado de lo que fuere en las dichas ropas. El pintor se obligaba a dar acabada la obra para el día de N. Sra. de Septiembre.

El paso de La Agonía figuró en la procesión durante años, si bien en octubre de 1898 se acordó dejase de salir por estar muy deteriora­das sus imágenes. La directiva justificó además su retirada alegando que la donación por la Junta de Fomento del paso de La Elevación de la Cruz se hacía para remplazar a la Agonía. Pese a ello en octubre de 1900 el mayordomo presidente propuso volviese a salir pues en­tendía era un contrasentido que concurriendo y haciendo esta­ción dicha procesión en el calvario no figurase en ella dicho ac­to de la pasión, aunque su reincorporación hubo de esperar todavía unos arios (1908).

Las cuatro imágenes que componen el grupo, exponente típico del manierismo, como ya se dijo están talladas en madera de peral. La al­tura media es de un metro y medio, salvo el Cristo que mide 1,64 me­tros. Desconocemos con qué mesa salió los primeros arios, aunque ya apuntamos que cuando dejo de salir la que tenía sirvió para La Verónica. La que utilizó desde 1908 fue sustituida en 1953 por otra ta­llada por Fernández Gastalver; la actual estrenada en 1974 es obra de Alfonso Pastor Cadierno.